sábado, 4 de octubre de 2008

Células madre, beneficios para la salud, implicancias éticas y sociales

¿Cómo podría verse beneficiada la humanidad con los avances científicos en el campo de la salud, especialmente con los estudios recientes relacionados con la obtención, aislamiento y aplicación de células madre? ¿Hasta qué punto nos veríamos beneficiados con estos avances médicos? y ¿Qué aspectos éticos y sociales surgen de estas investigaciones genéticas en humanos?

En la actualidad, las células madre son objeto de investigación de miles de científicos y albergan la esperanza para la cura de miles de enfermedades.
Las células madre son células con una amplia capacidad de autorrenovación y de convertirse en varios tipos de tejidos. Tienen dos características que las distinguen de todas las demás células. La primera, es que son células "no especializadas", capaces de renovarse durante largos períodos de tiempo mediante replicación celular. La segunda, es que bajo ciertas condiciones se transforman en células especializadas tales como células cardíacas o neuronas. Dicho de otro modo, una célula madre cuando se divide es capaz de generar una célula igual a sí misma y otra diferente, especializada. Puesto que al dividirse siempre forman una célula idéntica a ellas mismas, siempre se mantiene una población de células madres. Las células madre (también llamadas stem cells) tienen la capacidad de producir células nerviosas, pulmonares, hepáticas, sanguíneas, cardíacas o cartilaginosas. Esto significa que podrían producir órganos completos, como el riñón y el corazón; curar la diabetes por medio del trasplante de células pancreáticas; regenerar el tejido nervioso destruido por enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson; etc.
Estas células son obtenidas mediante tres fuentes principales de células madre: Las embrionarias, que son obtenidas de un embrión durante los primeros días de desarrollo, éstas tienen una gran capacidad de división y diferenciación, pero su uso tiene fuertes reparos éticos y religiosos, pues se debe destruir el embrión para obtenerlas. Las adultas, generalmente obtenidas de la médula ósea, de la sangre o del tejido adiposo mediante un procedimiento especial. Y las del cordón umbilical, que son obtenidas del cordón y la placenta, normalmente obtenidas después del parto. Su obtención es segura para la madre y para el bebé, a la vez de indolora y rápida. La preservación de estas células a -180º C y -230°C en nitrógeno líquido puede mantenerlas viables y útiles durante algunos años.
Las exploraciones en el uso de células madre continúan en patologías degenerativas para las que no existe tratamiento como es el caso de la enfermedad de Alzheimer o el Parkinson. Tanto éstas como la diabetes se caracterizan por la muerte de células, neuronales en el caso de las dos primeras y pancreáticas en el de la última. De modo que la posibilidad de regenerar esta pérdida mediante la inyección de células progenitoras es tremendamente alentadora y atractiva. Muchos expertos dudan todavía de que las nuevas células surgidas de las progenitoras inyectadas sean capaces de funcionar correctamente. Otra de las áreas exploradas es la cardiovascular. Infartos, isquemias y otras patologías coronarias son también un objetivo para el uso de células madre.

Evidentemente estas investigaciones han generado controversias respecto al tema, el primer proceso descrito, que involucra la destrucción del embrión para obtener estas células, arrastra la mayor controversia sobre las células madre. Asimismo, son numerosas las voces que se declaran en contra del uso de embriones sobrantes de los programas de fertilización 'in vitro' para la investigación. En cuanto a la clonación terapéutica, la crítica es la misma.
Paola Zúñiga M.

No hay comentarios: