miércoles, 5 de noviembre de 2008

La importancia del juego en el desarrollo cognitivo


Si hay que hablar de cómo un niño puede lograr un buen desarrollo de habilidades sociales, físicas y mentales, es necesario referirse al juego; el juego que realizan los niños y niñas desde sus primeros meses de vida.

Los niños aprenden por medio de la acción, es por esto que mientras van creciendo precisan gozar del juego, ya que este es uno de los aspectos más importantes para su crecimiento, es a través del juego donde los menores expresan sus sentimientos de una forma espontánea.

El juego corresponde el trabajo de los niños, les permite descubrir nuevas facetas de su imaginación, liberar la fantasía, pensar para resolver un problema - cuando juegan con las computadoras aprenden nuevas formas de pensamiento (Sivern, 1998) -. También aprenden a usar sus músculos, coordinar la visión con el movimiento y adquirir nuevas destrezas. Cuando clasifican cubos de formas distintas, cuentan cuántos pueden apilar o anuncian que “mi torre es más alta que la tuya”, establecen la base de conceptos matemáticos (Jerrell, 1998).

Al entender la importancia del juego para un menor, da para pensar cómo pueden algunos padres privarlos de tan grandiosa ayuda para su crecimiento, qué tan lejanos están de la información acerca de esto y cómo poder hacerles saber todo lo que desconocen. Pienso que deberían existir más opciones en donde se les de a conocer a las familias, padres, jóvenes, entre otros, como trabajar de mejor manera el desarrollo de los niños. Algo tan básico como el juego puede cambiar el progreso del menor.

Los niños juegan de distintas formas en donde muchas veces ellos lo crean. Según Piaget y otros, hay cuatro categorías de juego. Uno de ellos es el juego funcional que comienza durante la infancia, este involucra movimientos musculares repetitivos como hacer rebotar una pelota, este tipo de juego permite al niño identificar su entorno.
Está el juego constructivo que es el segundo nivel de complejidad cognoscitiva, abarca los niños pequeños y preescolares, aquí se involucra el uso de objetivos o materiales para hacer algo. Estos estimulan el desarrollo de la imaginación y creación del menor. Este tipo de juego es más elaborado lo que le permite dar un mejor manejo a las cosas como forma, colores, texturas, etc.
El tercer nivel es el juego de simulación que se basa en la función simbólica. Aquí el niño comienza a desarrollar su imaginación e imita una serie de situaciones que ya ha visto.
El cuarto nivel es el de los juegos formales con reglas en donde el niño ya conoce ciertas normas aceptadas por los demás jugadores, por lo que este juego se realizaría en grupo, lo que demuestra el avance social que ha alcanzado el menor.
No cabe duda que el juego es la instancia que tiene el niño para poder desarrollarse y potenciar sus capacidades psicomotoras. Como lo definía Jean Piaget: el juego es una actividad autoformadora de la personalidad del niño.



Bibliografía


Diane E. Papalia, Desarrollo Humano, Editorial Mc Graw Hill, 2005.

2 comentarios:

curso de pediatria dijo...

Muy buen aporte. El adecuado crecimiento de recién nacidos y niños es una prioridad del sistema sanitario. Por tal motivo, esta área ofrece muchas oportunidades a profesionales altamente capacitados

Anónimo dijo...

me gusto esta imformacion me sirve de mucho en mi carrera como maestra de educ.inicial